sábado, 15 de mayo de 2010

Respuesta a Geney Beltrán

15/mayo/2010
Suplemento Laberinto
Fernando García Ramírez

“No son gigantes, sino molinos de viento”
(Don Quijote, Cap. VIII)

Escribí una reseña de una cuartilla (síntesis e interpretación) sobre un libro de crítica de Geney Beltrán. Él me responde con cuatro prolijas cuartillas. Él hubiera querido que le dedicara muchas más, como no lo hago: “omito, simplifico”, y al hacerlo: miento. Dice que malentiendo sus “ideas”, sin embargo, en la página 63 de su libro se lee: “¿Habría que decir que cuando hablamos de literatura alegar una pretensión de ‘análisis objetivo’ es una declaración de cobardía, ignorancia o incompetencia (o las tres juntas)?” Me tilda de cobarde por sospechar —por insinuar— que incluyó una mención sobre su pareja como “su apuesta mayor de la literatura del siglo XXI”. Con impostada hidalguía me aclara que, para él, “la amistad exige un ánimo sincero a toda prueba”. Geney Beltrán es un crítico al que no le gusta que lo critiquen. Hubiera querido Beltrán una nota más amplia, sin embargo, creo que con la cuartilla que le dediqué está bien. Tal vez escribiré un poco más sobre su siguiente libro que, espero, sea un libro en forma y no una mera recolección de artículos, como ésta Afirmación furiosa de lo obvio. Dice por último que mi “falta de ética en el ejercicio crítico” lo confirma en su decisión de seguir embistiendo “contra… molinos de viento”. Aunque la boca le quede llena de polvo y abollada la armadura. Lo demás, para decirlo también con palabras de Geney Beltrán, “será egolatría, exhibicionismo, desplante, arrebato y escasa literatura”.


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