martes, 8 de mayo de 2012

Los rostros fundamentales de la tradición literaria mexicana

8/Mayo/2012
El Universal
Yanet Aguilar Sosa

Armando González Torres es poeta y ensayista, de esa doble faceta creativa siempre nacen sus libros, esos que se nutren y se enriquecen de las lecturas. Así nació La pequeña tradición: Apuntes sobre literatura mexicana, un libro que recoge 18 retratos de escritores mexicanos, o muy conocidos o casi olvidados, pero que son rostros fundamentales de la tradición literaria de este país.
La mirada que el ensayista echa sobre los 18 escritores -poetas, narradores y ensayistas- es tan amplia como las búsquedas de estos mexicanos. Así va de autores muy conocidos y leídos como Alfonso Reyes, Salvador Novo, Xavier Villaurrutia, José Gorostiza, Jorge Cuesta y José Revueltas, a otros tantos casi desconocidos u olvidados como Carlos Díaz Dufoo hijo, Rubén Salazar Mallén, Francisco Cervantes y el padre Manuel Ponce.
“Son retratos de 18 autores que sin proponérselo, sin formar un programa artístico ni nada por el estilo conforman una pequeña tradición que se caracteriza por establecer un contrapeso a una literatura hegemónica que privaba en ese momento, una literatura que consideraba la cuestión artística como algo pedagógico, pragmático, que debería tener utilidad y rentabilidad social”, señala el poeta y ensayista nacido en la ciudad de México en 1964.
González Torres afirma que frente a esa literatura hegemónica “estos escritores trabajan una literatura exigente, a veces con temas intimistas, mucho más orientada a la introspección y sobre todo con una idea muy clara de la autonomía del campo literario con respecto a los imperativos sociales y morales”.
De ahí que considere a estos 18 escritores, entre los que también se encuentran Juan Vicente Melo, Alejandro Rossi, Jorge Ibargüengoitia, José de la Colina, Gerardo Deniz, Eduardo Lizalde, Salvador Elizondo y Ramón Xirau, como seres con vidas ejemplares.
Expresa además que aunque no son autores que evaden su realidad social, pues allí están los ejemplos de Jorge Cuesta o José Revueltas que tienen una vida personal, muy cruda, sus dilemas están entre un arte puro y un arte comprometido, entre la fidelidad a su fuero interior y a su honestidad artística y la fidelidad a las consignas de su partido, que al final de cuenta es un conflicto público y un conflicto interior tremendo.
“Aún dentro del canon ellos viven en el margen, establecen equilibrios muy difíciles entre su vida pública, su estatus y su credo artístico, porque no son mártires quizás Cuesta y José Revuletas sí llevaron a extremos estos dilemas entre su arte y su vida pública, pero en muchos otros casos como Villaurrutia, Gorostiza, Torres Bodet y el propio Reyes, establecen equilibrios muy delicados, muy francos, muy inteligentes entre en lo que es su actuación pública y la defensa de su integridad y su credo artístico”, afirma el ensayista y poeta.
Literatura postrevolucionaria
La pequeña tradición: Apuntes sobre literatura mexicana es también un mapa con las coordenadas de Armando González Torres, es un mosaico conformado por escritores que le interesan al ensayista y poeta donde da cuenta de su obra y de su vida. Todos son encuentros distintos, parten de sus obsesiones o de sus temores, de sus deseos y de sus desencuentros, de sus afanes solitarios o enfrentamientos. son ensayos escritos por el autor a lo largo de varios años, motivados muchos, por la efeméride que dice “muchas veces es lo que nos permite echar una mirada al pasado”.
González Torres no quiso establecer un canon intentan, sino refrescar la memoria literaria de los mexicanos “una memoria muy dependiente de la novedad y de lo efímero y por ende muy vulnerable a los dictados de la mercadotecnia y la publicidad”.
El ensayista que recién publicó también Sobreperdonar, un libro de ministuras literarias, afirma que La pequeña tradición: Apuntes sobre literatura mexicana (DGE Equilibrista y Dirección de Literatura de la UNAM) trata de autores que escriben su obra entre principios de siglo XX, después de la Revolución Mexicana, y la década de los 50 y principios de los 60.
“Son autores que van desde la llamada Generación del Ateneo, hasta la llamada Generación del Medio Siglo, abarca desde figuras muy conocidas hasta figuras olvidadas... son escritores que de alguna manera establecen un contrapeso a esta orientación que tras la Revolución se exacerba en la literatura mexicana , una orientación social, pragmática, pedagógica que tiende a utilizar la literatura como un cemento social y representación de lo nacional y donde muchos otros temas personales son vistos como poco significativos y poco patriotas”.
La pretensión de Armando González Torres es decir que no sólo hay una literatura actual determinada por la mercadotecnia, sino también autores como el padre Manuel Ponce que pertenece a una tradición que se ha vuelto marginal dentro de la literatura mexicana.

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