domingo, 4 de diciembre de 2011

Radiografía de la crítica literaria

26/Noviembre/2011
Babelia
Winston Sabogal

Al aura polémica y de crisis casi connaturales de la crítica literaria se suma la pluralidad de espacios en la Red y tecnologías emergentes sobre cómo ejercerla y divulgarla. El juego es el mismo, las reglas apenas han cambiado, pero los tableros son otros; y un jugador pugna por ganar protagonismo: el lector anónimo y el personaje o famoso de turno.

La crisis económica y el avance del mundo dual, analógico y digital remueven los pilares de la crítica literaria. Sobre su estado reflexionan 22 críticos y directores de los suplementos literarios más prestigiosos de Europa, Estados Unidos, América Latina y España. Un debate coral que invita al análisis y entabla un diálogo con los lectores.

Algunas de las conclusiones sobre este paisaje en continua transformación se pueden dividir en tres apartados: 1. La reducción de páginas y espacios dedicados a la crítica, las directrices o filosofía de cada medio sobre la clase de textos que quiere brindar y la aparente mayor concesión al mercado en detrimento de la calidad. 2. La revisión del ejercicio de la propia crítica a la cual le faltaría independencia, valentía, compromiso, rigor (ser menos complaciente) y profundidad (dar más elementos de valoración). 3. La pérdida de la influencia de la crítica literaria justo ahora cuando más se necesita en una era de sobreinformación y proliferación de canales que distorsionan y tienden a igualar el arte, a lo cual se suma la confusión ante la democratización de la crítica desde la plaza virtual.

En línea con ese mundo dual, este trabajo se presenta de tres maneras complementarias: 1. En la edición impresa el protagonismo es para nueve temas con las respuestas más clarificadoras. 2. En la edición digital el foco recae en los participantes, ya que junto a este texto se adjuntan todas sus respuestas. 3. Los lectores tendrán la palabra en el blog de Babelia, 'Papeles perdidos', a través de un debate que se abre hoy (http://blogs.elpais.com/papeles-perdidos/).

I. FUNCIÓN DE LA CRÍTICA

Marie Arana

Escritora, exdirectora literaria del desaparecido World Book, de The Washington Post, y su actual escritora principal (Estados Unidos)

El crítico literario es un guardián cultural, un juez que ha leído mucho, conoce el canon literario y posee una amplia variedad de experiencias con muchos géneros. Nuestro trabajo consiste en actuar como lectores serios. Nuestro objetivo debería ser el de ubicar un libro, juzgarlo con la perspectiva de una larga tradición literaria. Somos informadores, educadores y animadores, todo en uno. Deberíamos ser concienzudos, interesantes, reflexivos. Es sobre nuestros hombros donde se sostiene la cultura del libro. Somos la conexión entre los escritores serios y los lectores serios. De nosotros depende que esa conexión siga siendo fuerte, esencial y vibrante.

Claire Armitstead

Editora literaria de The Guardian (Reino Unido)

Es una parte vital de la economía cultural. Una de las pocas formas capaces de poner un espejo delante de nuestra sociedad y sus valores. Tiene un valor social.

Jordi Gracia

Catedrático y crítico de Babelia de EL PAÍS (España)

Su función es muy modesta, y sin embargo tiene pleno sentido, y es insustituible en una sociedad civilizada: la capacidad de discutir, desmenuzar, impugnar, rebatir o elogiar los libros que se publican es casi la función natural de la vida intelectual privada y, por tanto, también pública.

Alberto Olmos

Escritor y crítico, gestiona el blog Lector Malherido y bloguero de Hikikomori (España)

La crítica debería hacerse fuerte en dos funciones concretas: 1. Señalar los libros que, puntualmente, reflejan el espíritu de su tiempo y que ningún lector debería perderse. 2. Contrarrestar el éxito de otras novelas que, menos puntualmente -de hecho, de forma habitual-, embrutecen el acto mismo de leer y abaratan el arte literario. Esta segunda función es la que la crítica literaria actual en España ha dejado por completo de satisfacer, ya sea por esnobismo, ya por presiones empresariales, ya por cobardía.

II. ESTADO Y DIAGNÓSTICO

Bernard Pivot

Periodista, crítico y divulgador cultural de programas de televisión como Apostrophes (Francia)

Respecto a la crítica que he conocido hace cincuenta años, tiene menos espacio, pero sigue existiendo. Incluso a veces vivaz. Cuando la crítica literaria está agrupada tiene una influencia importante. Cuando está aislada no tiene el poder que puede tener un programa de televisión e incluso de radio. Aunque no creo que la crítica literaria haya evolucionado mucho, salvo que tiene menos espacio. Se le pide sobre todo a los periodistas que escriban artículos menos largos.

Paul Ingendaay

Escritor, exeditor literario del Frankfurter Allgemeine Zeitung (Alemania) y corresponsal cultural en España

No se puede juzgar la calidad de la crítica literaria sin tener en cuenta las formas de divulgar la literatura en los medios de comunicación, igual que los criterios de su evaluación. En este sentido, el concepto de lo que se llamaba "literatura seria" se ha ido esfumando. Se podría decir que con la mezcla de géneros se ha democratizado, pero también es cierto que, con respecto a la calidad literaria, se ha bajado el listón.

José María Guelbenzu

Escritor y crítico de Babelia. EL PAÍS (España)

Si nos circunscribimos a la crítica literaria como tal crítica, sigue más o menos igual; si pensamos en las reseñas de los medios, creo que ha aumentado la complacencia y ha disminuido la exigencia.

Philippe Lançon

Crítico del suplemento literario de Libération (Francia)

En la prensa generalista ha empeorado sin duda. Los críticos no son más (ni menos) comprometidos que antes con las editoriales, con su propia vanidad y deseo de existir, de "ocupar el terreno". Pero como los libros no tienen ya tanta importancia en la vida social y mental de los lectores, la crítica tampoco la tiene en los periódicos. La falta de tiempo, de espacio y de afán (por parte de los lectores, o al menos de estos lectores generalmente incultos que son ahora los directores de periódicos) la debilita mucho -la reduce como una cabeza de jíbaro-. Generalmente, la crítica se ha vuelto publicidad más o menos informativa. Es un problema mental, social y económico.

Eliot Weinberger

Escritor, traductor y crítico de medios como The New York Review of Books (Estados Unidos)

Estados Unidos no tiene la clase de suplementos literarios habituales en España y muchos otros países. Solo tiene una publicación periódica importante sobre crítica literaria: The New York Review of Books. Ya no hay críticos estadounidenses poderosos, como los había hasta la década de 1960, escribiendo en una prosa que era inteligible para cualquiera e introduciendo la literatura en los problemas políticos, sociales y morales del día. La llamada crítica "seria" ha pasado en su mayoría a ser dominio de los académicos, que escriben usando una jerga especializada, en la extraña creencia de que lo complejo solo puede presentarse por medio de frases impenetrables, y que parecen más preocupados por la crítica de la crítica que por la crítica de la literatura. El resto es publicidad principalmente: los extraordinariamente eficaces departamentos de marketing de las grandes empresas editoriales dictando aquello sobre lo que se escribirá en los periódicos y revistas. Uno se pregunta por qué sigue habiendo siquiera periodistas culturales. La crítica, en Estados Unidos, se ha reducido a las "recomendaciones", que llegan a través de las reseñas, los blogs y Twitter. Los premios se han convertido en la validación estándar del mérito literario. No puedo pensar en un solo crítico estadounidense a quien uno pueda recurrir ahora en busca de ideas. Quizás esta sea la razón por la que el mundo es más confuso que nunca.

José María Pozuelo Yvancos

Escritor y crítico de Abc Cultural, de Abc (España)

Se mueve en estratos distintos. Es tan diversa como la pluralidad de lectores y de medios de expresión. En términos globales me parece que la crítica literaria ha mejorado mucho en España, porque se ha aumentado el número de voces, pero también porque hay una mayor involucración de gentes muy prestigiosas en su ámbito. La antigua dicotomía entre crítica universitaria / crítica periodística se ha roto, y eso ha sido positivo para ambos lados.

Marie Arana

En Estados Unidos, la crítica literaria ha sufrido un golpe aparentemente mortal. En los últimos cinco años, periódicos que constituían la primera línea del debate inteligente sobre los libros se han visto obligados por las presiones económicas a recortar sus coberturas. La parte interesante es que el sector editorial en sí mismo ha conservado su fortaleza. Nadie lee menos, pero la manera de valorar los libros ha sufrido una gran transformación.

Enrique Krauze

Director de la revista Letras Libres (México)

La crítica en los periódicos independientes y la mayoría de las revistas de habla hispana deja mucho que desear. Por lo general, las reseñas son meros resúmenes de las obras, elogios indiscriminados o acercamientos teóricos. Falta casi todo: compromiso, penetración, discernimiento, profundidad, horizonte, pero sobre todo valentía. Atreverse a opinar con fundamento si una obra es buena o mala y por qué. La crítica de cine o la deportiva es mejor. ¿Por qué no tenemos la crítica literaria que necesitamos? Intervienen varios factores: compromisos editoriales, institucionales y hasta amistosos.

Santos Sanz Villanueva

Escritor y crítico de El Cultural, de El Mundo (España)

Más que mejorar o empeorar, la crítica hoy es distinta de cómo ha sido en el pasado desde que adquiriera un perfil definido en el siglo XIX. Hasta tiempos recientes era un elemento fundamental del sistema literario, formado por la cadena autor-lector-crítico. El último eslabón ha sufrido un desplazamiento de su función y ha sido sustituido por otros factores más determinantes: el marketing, la publicidad, el peso de la industria editorial, la arrasadora influencia de los medios audiovisuales.La cultura del espectáculo ha sustituido a la cultura del razonamiento y ha traído como consecuencia el relegamiento del crítico. Los críticos nos hemos quedado sin lectores, salvo los escritores, los profesores y una minoría muy interesada por las letras.

III. VIRTUDES Y DEFECTOS

Jorge Aulicino

Poeta y editor del suplemento Ñ, de Clarín (Argentina)

Resaltan más sus defectos, por cuanto sus espacios han aumentado. Hay más espacios de crítica porque la industria aumentó. Y el principal defecto es la complacencia con ese estado. Los críticos están demasiado vinculados a la industria editorial; son, a la par que críticos, ensayistas o novelistas, o poetas o autores de libros de crítica. Por otra parte, comparten demasiados saraos y vida socioliteraria con los escritores, y no quieren pelearse con ellos. Hay muchas excepciones, pero gran parte de la crítica resulta publicidad encubierta.

Jordi Gracia

La tendencia a creer en su empeoramiento es casi invencible. La crítica es más previsible para muchos porque nosotros mismos somos los previsibles. El rasgo más llamativo es la propensión a una brevedad extrema que tiende a favorecer el impresionismo analítico y el comentario de lectura más que el análisis metódico o contextualizado o vinculado a otras obras y tradiciones.

Claire Armitstead

El mayor problema (a diferencia de otras artes) es que no hay ninguna estructura profesional en ella, de modo que la mayoría de los críticos tienen que combinar las reseñas con ganarse la vida ya sea como escritores o como profesores, lo cual pone en peligro su independencia.

José María Pozuelo Yvancos

Hay dos principales defectos: el primero, de carácter general, es que la critica ejercida en un periódico o suplemento no siempre se separa bien de las leyes del mercado, porque el mismo suplemento, el medio, también es mercado, y debe hablar de lo que la gente habla. Esta pulsión de novedad, y de énfasis en "estar en la onda", es el principal defecto. Si la crítica termina hablando igual que el mercado y sigue sin más sus leyes se hará innecesaria por redundante. Refiriéndome al crítico, el principal defecto es que crea que su gloria o su lugar coincide con el que le concede el periódico. Muchas veces la mucha significación del crítico es directamente proporcional a su insignificancia. En cuanto a las virtudes: qué bien que una pequeña editorial o una autora de la que el mercado no habla sale a superficie porque un suplemento (o un crítico) llama la atención sobre ella, y la descubre. Contribuir a la visibilidad de quien vale, incluso al margen del mercado, seria quizá la mejor virtud de la crítica.

Mario Jursich

Periodista, escritor y subdirector de la revista El Malpensante (Colombia)

Las virtudes son más o menos las mismas de siempre: iluminar el sentido de un libro, ponerlo en relación con su contexto y con otros libros, explicar sus mecanismos de composición, etcétera. Los males son básicamente dos: 1. La idea firmemente arraigada de que la crítica literaria no es una instancia de reflexión sino parte del proceso de promoción del libro. 2. La convicción, no menos arraigada, de que la mala prosa es fundamental para hablar de literatura.

Marie Arana

En Estados Unidos ha perdido su vigor. Hay poca espontaneidad y emoción en el análisis de los libros. Si existe espontaneidad es en la dispersión de blogs literarios, pero son indisciplinados, están pobremente escritos y, a menudo, descuidados. Ninguno se ha revelado como una voz influyente.

Iván Thays

Escritor y bloguero de Moleskine literario y Basta de carátulas (Perú)

Su principal virtud está en no haber cedido, en la mayoría de los casos, al lector menos aventajado, el no haberse trivializado (como sucedió con las reseñas literarias, cada vez más parecidas a contratapas). Su principal defecto es no conseguir deshacerse del lenguaje académico codificado, el crear tendencias que no existen y el distanciarse de los nuevos fenómenos (salvo excepciones). Lo peor es que la crítica sigue buscando ser canónica y sesgada, pese a que la literatura actual es anticanónica y más bien dispersa y muy versátil.

Bernard Pivot

El principal defecto es cuando los críticos escriben para ellos mismos o sus amigos. No escriben para el público.

IV. EL PAPEL DE LOS MEDIOS

Jordi Gracia

El ejercicio de la crítica -la discriminación, la valoración, la ponderación- como función fundamental en una sociedad viva y como secuela casi necesaria de ese ejercicio se desprende la orientación sobre lo que son los libros que se publican de acuerdo con cada crítico o comentarista.

Gustavo Guerrero

Profesor de la Universidad de Cergy-Pontoise y consejero literario para el español de Gallimard (Francia)

Las políticas de los suplementos y revistas literarias son muy diversas. Quizá su virtud principal radique justamente en esa diversidad que nos muestra cómo se ha instalado el pluralismo en la vida literaria y cómo se ha desterrado la idea de que existe una jerarquía de valores única en cuestiones de estética. Hoy una novela o un poemario pueden ser buenos, mejores o peores para distintos públicos de muy distintas maneras, lo cual no implica que todo valga, sino que el valor literario es una construcción social que resulta de una apreciación y unos arbitrajes susceptibles de crear consensos más o menos extensos, estables y duraderos.

Mario Jursich

No es posible ni deseable que todos cumplan el mismo rol. Eso dependerá de la personalidad y los intereses de quienes dirijan esas revistas, esos suplementos, esas radios o esas webs.

Iván Thays

Mientras más suplementos literarios impresos cierran, más blogs literarios aparecen. La crítica literaria o el comentario de libros por Internet es una selva tupida en donde hay de todo. Uno debe andar muy atento y con un buen machete para abrirse camino por esa jungla donde todos tienen algo que decir, y lo dirán. Y ya sabemos: la ignorancia es atrevida. Creo que un blog o un website con rigor puede tener más importancia que un suplemento escrito. Lo fundamental es el contenido, sea la plataforma que sea.

V. DESAFÍOS DEL NUEVO PAISAJE

Gustavo Guerrero

Ante los demasiados libros que se publican, nunca antes el lector ha tenido tal necesidad de mediadores y nunca antes los mediadores han brillado tanto por su ausencia. No es fácil imaginar una salida para esta situación. La recomposición del paisaje mediático y tecnológico a la que estamos asistiendo quizás abra algunas puertas. Si la crítica quiere recobrar al menos una parte de su influencia social, va a tener que entrar en una dinámica multimedia porque el impacto de lo escrito se ha ido debilitando y tiene un alcance cada vez más limitado, sobre todo ante las posibilidades que ofrecen los medios audiovisuales e Internet.

Juan Antonio Masoliver Ródenas

Escritor y crítico de Culturas, La Vanguardia (España)

Internet llega de una forma más inmediata al lector. Hay blogs y revistas excelentes que compensan la escasez de revistas impresas. Pero nada impide la improvisación, el amateurismo, el narcisismo y confundir criticar con destruir. Hay mucho camino por recorrer y de momento aún vivimos en el caos. Pero la crítica -el lenguaje crítico- no ha cambiado. Sí ha cambiado el acceso, mucho mayor.

Marie Arana

El verdadero desafío proviene de los tiempos que vivimos. Hemos llegado a un punto en el que mucha de la información ya no se procesa de manera tradicional. Internet es cualquier cosa menos algo "desconectado", como es el libro. Está intrincadamente conectada y ha cambiado nuestra forma de pensar y leer. Alimentada por un número interminable de escritores, la Red está pensada para un número interminable de lectores. Los desafíos y problemas de la crítica están vinculados a la supervivencia de los periódicos.

Philippe Lançon

Más independiente. Más resistente al espíritu de publicidad y de negocio. Más lenta, más elitista. Y, sobre todo, mejor escrita.

Claire Armitstead

Internet ha hecho que la crítica informada, procedente de una fuente fiable, sea más importante que nunca. En cuanto al modo de ofrecer eso en el siglo XXI, todavía estamos tratando de averiguarlo. Mi propia impresión es que tenemos que adoptar la variedad que ofrecen las nuevas tecnologías y encontrar formas de llevar la crítica a una nueva generación de "lectores" a través del medio que prefieran.

José María Pozuelo Yvancos

Las revistas literarias tienen que pasar a la Red, pero no abdicar de lo que es propio de ellas. Ningún suplemento literario llama a cualquiera para que hable según le parezca, sino que los buenos se han rodeado de expertos, han reclamado el concurso de quienes saben hablar el idioma literario. La única posibilidad de existencia futura de la revista cultural o del suplemento es ser diferente, dar lo que otros medios no dan.

VI. ¿UN PUNTO DE REFERENCIA

EN EL CIBERESPACIO?

Paul Ingendaay

No, los medios están al alcance de todos. Serán los lectores quienes decidan si de verdad necesitan una "crítica literaria" en el sentido tradicional. Internet nos ha traído otras formas de debate igual de válidas. Es un punto de referencia para lectores que no intercambiaban opiniones.

Philippe Lançon

No sé. Es un momento revolucionario para toda la prensa, y sobre todo para la prensa cultural: la legitimidad del "gran crítico" o de tal periódico ya casi no existe. La figura del "gran crítico" desapareció más o menos con la del "gran escritor". Sin embargo, la gente necesita más que nunca puntos de referencia cultural, pues el problema del "gusto" se ha vuelto muy importante para la personalidad de cada uno. Lo que no veo es cómo se van a desarrollar nuevos puntos de referencia.

Jorge Aulicino

La democratización de la crítica, la opinión, la información -esto implica el espacio virtual interactivo- requiere más que nunca puntos de referencia. El periodismo profesional no puede ser reemplazado por la información amateur. Aun en la Red. Primero, porque el periodismo es un trabajo colectivo con profesionales. Producir información, justamente por impulso de la globalización, requiere equipos, recursos humanos, tecnología, que cada uno por sí mismo no está en condiciones de tener. Los lectores pueden encontrar crítica muy buena dentro o fuera de los grandes medios, pero la calidad de esa crítica se deberá siempre a lo mismo: la calidad de lectura y de la escritura del crítico.

Alberto Olmos

El líder de opinión o creador de tendencias es connatural al juego social y a su inabarcabilidad, por lo que los lectores van a tomar siempre a algún emisor de opiniones como guía. La situación es que ese "punto de referencia" no tiene por qué venir enmarcado en un medio tradicional, sino que puede ser cualquier persona que consiga transmitir a su vez un gusto coherente y una práctica honesta de su labor opinativa.

Jordi Gracia

Convertirse en punto de referencia es un efecto o una consecuencia del ejercicio de la crítica. Y tanto los blogs o las revistas digitales como los suplementos o las revistas tradicionales son capaces de concitar esa forma de respeto o de mera atención por parte de otros lectores. La multiplicación de canales de opinión propicia una nueva pluralidad de puntos de vista y es en esa diversidad donde ahora mismo está fabricándose la posibilidad de un crítico solvente o de una revista más respetable que otra.

II. INFLUENCIA Y PODER EN JAQUE

José María Guelbenzu

Ha perdido la misma influencia que los pensadores y los intelectuales en general; pero, sobre todo, no ha incorporado lectores de manera significativa. ¿Quién tiene que cambiar para que eso ocurra? ¿El crítico? ¿Los nuevos lectores?

Philippe Lançon

Ha perdido casi todo su poder. Para luchar con eso, cada crítico, cada servicio literario, debe luchar primero en su propia empresa para tener más espacio, más libertad, más capacidad para hablar de lo que le gusta, y no necesariamente de los libros de moda.

Claire Armitstead

El poder de la crítica literaria se ha reducido por tres motivos principalmente: los periódicos tienen menos lectores, la crítica no es una forma de periodismo que esté de moda y la mayoría de las reseñas carecen de relevancia para el mercado mayoritario en el mundo anglosajón, porque los libros del mercado mayoritario rara vez son literarios, así que les resulta más útil la publicidad que los juicios críticos. Para el libro apropiado, sin embargo, las buenas reseñas pueden representar la diferencia entre existir y desaparecer sin dejar rastro. Es importante recordar que el propósito de una reseña de un libro no es vender libros, es ubicarlos en el contexto del panorama cultural.

J. Ernesto Ayala-Dip

Crítico de Babelia. EL PAÍS (España)

Si el poeta en la sociedad burguesa del segundo imperio francés había perdido su aura, como nos enseña Walter Benjamin en la figura de Baudelaire, el crítico ya había nacido sin ella. Ser consciente de ello es crucial para sobrellevar con inteligente dignidad la labor crítica. En palabras de Sartre: el crítico literario es el pariente tonto de la familia social. Así que me niego a hablar de influencia ni de poder. Somos profesionales de la lectura analítica. Y, aunque a veces no lo parezca, la crítica es un género literario. Cuando un crítico es bueno, se lo lee, no sólo para que influya en una dirección determinada, sino también por el simple placer de leerlo.

Jordi Gracia

No estoy seguro de que haya tenido mucho poder antes, excepto en momentos muy concretos, pero seguramente la segmentación de la crítica ha hecho que su influencia sea más dispersa y leve frente a una operación de signo contrario, que es el incremento sustancial de la capacidad publicística de las grandes editoriales. El efecto vuelve a ser un sistema de crítica literaria segmentado, atomizado en múltiples focos, e invisibilizado por la potencia hegemónica de otros instrumentos públicos.

Gustavo Guerrero

Hasta hace unos años, la crítica no era solo una herramienta hermenéutica sino también un instrumento de regulación del mercado que, al crear consensos de opinión, administraba el valor literario. Pero en las últimas décadas es cada vez menos capaz de cumplir con esta misión, en parte, porque sus canales de difusión se han ido estrechando mientras que el volumen de libros crece; y en parte, porque con la incorporación del sector editorial a las industrias culturales de masas y con el desarrollo de agresivas políticas comerciales se ha ido reduciendo sensiblemente la influencia de la crítica, el periodismo, la academia y la enseñanza en la producción del valor literario.

Paul Ingendaay

Su influencia en un país concreto, salvo excepciones, siempre será limitada en el extranjero. Idiomas de gran divulgación o dominio como el inglés sí tienen sus críticos influyentes (Harold Bloom, George Steiner). El factor comercial parece que es más fuerte hoy que hace décadas.

VIII. DEMOCRATIZACIÓN EN LA RED

Claire Armitstead

Tuvimos un gran debate sobre si abrir las reseñas a los comentarios de los lectores en la web, y finalmente decidimos hacerlo fundamentándonos en que valoramos las opiniones y experiencias de nuestros lectores y en que ellos querían implicarse más. Nuestra experiencia ha sido la de que, cuando el crítico está preparado para responder a las críticas, ello puede intensificar el compromiso con un libro. Estamos al comienzo de un viaje con nuestros lectores en esto, ya que es una tradición muy nueva dentro de la cultura literaria.

Bernard Pivot

Cuanta más gente se interese en los libros, mejor. La crítica se democratiza en Internet. Pero estamos en lo mismo, es un fenómeno de masas. Cuando los internautas son decenas o cientos en recomendar un libro, tiene influencia en su compra. Pero críticas aisladas en Internet no harán que se venda.

Alberto Olmos

Es una opción que sirve de aviso a los críticos y a su particular esnobismo, que les lleva a creer que las ventas de un libro no tienen nada que ver con su calidad. Por amiguismo, círculos de influencia y papanatismo intelectual ha llegado a considerarse que cuanto menos vende un libro más merece ser considerado entre los críticos, lo que ha llevado a que los lectores descrean de juicios estomagantemente sibaritas y empiecen a atender a los juicios de los lectores rasos.

Mario Jursich

Pienso que la crítica literaria no es un asunto de expertos; por eso me parece una opción saludable que además ha contribuido a volver más plural el contenido de algunos diarios. Ahora, esas colaboraciones deben ser tratadas con el mismo rigor editorial que se aplica a los profesionales.

Enrique Krauze

Me parece bien, pero el problema básico de un editor es el mismo: discriminar. Seleccionar las notas de aquellos lectores que sí han leído el libro y tienen algo que aportar a la conversación, de aquellos que utilizan el foro para el insulto y la descalificación.

Jorge Aulicino

El efecto Amazon no anulará la crítica. Leo los comentarios de lectores. Leo el correo de los lectores en Ñ. No hay una democratización de la crítica sino de la opinión. No creo que la opinión de la crítica pueda ser anulada por la opinión de los lectores.

Gustavo Guerrero

No veo nada malo en que cada cual exprese sus gustos y favoritismos, pero lo que veo perverso es que esa libertad se utilice subrepticiamente para seguir reduciendo el ya escaso ascendente de la mediación de crítica en la creación de valor y el mercado.

Jordi Gracia

Es un episodio más del impudor y la impunidad frenética que ha despertado la Red y que puede tener efectos positivos cuando de esos colaboradores espontáneos -o incluso filtrados por la redacción- aparezcan autores capaces de atraer la atención de los demás, tanto por razones banales como por razones literarias. El intrusismo ha sido una auténtica bendición para la literatura del siglo XX, aunque de ese funcionamiento un tanto anárquico haya podido salir también parte de las taras mismas del sistema.

Ni golpear, ni babear

Reglas para una crítica equilibrada

1. Situar al autor, decir quién es y lo que representa el libro en su obra.

2. Ubicar el libro y juzgarlo con la perspectiva de una larga tradición literaria.

3. Argumentos razonados y con ejemplos para que el lector pueda comprender y evaluar.

4. Informar, educar y entretener.

5. Poca sinopsis y trama.

6. Informar sobre el estilo, el significado y la carga simbólica del libro.

7. Decir lo que piensa el autor sobre el tema del libro.

8. Decir lo que el crítico piensa sobre lo que el autor del libro dice sobre el tema del libro.

9. Ni golpear ni babear, una opinión ponderada y una fundamentación mesurada son más convincentes que un exabrupto.

10. Prohibir los adjetivos publicitarios, quien debe concluirlos es el lector.

WINSTON MANRIQUE SABOGAL



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