domingo, 14 de abril de 2013

Irradiador y su luz expansiva

14/Abril/2013
Jornada Semanal
Ricardo Venegas

Por mucho tiempo privó la idea de que los Estridentistas no fomentaron la línea editorial que los Contemporáneos siguieron a través de la publicación de su revista del mismo nombre. Se dijo que los Contemporáneos no tuvieron un manifiesto como el de aquellos, pero se encontraba implícito en su obra. El reciente descubrimiento de la revista de los estridentistas echa por tierra afirmaciones eruditas y aporta nuevas maneras de interpretar al movimiento. Para acercarnos un poco a la dificultad que implicó  localizar los únicos tres ejemplares de Irradiador (codirigida por Manuel Maples Arce y Fermín Revueltas a finales de 1923) que se editaron, podemos advertirlo en las palabras del argentino Luis Mario Schneider:  “Todos mis esfuerzos por encontrar la revista Irradiador fueron estériles. Al parecer salieron tres números…” 
La edición facsimilar de Irradiador, revista de vanguardia, proyector internacional de nueva estética, de la colección Espejos de la Memoria de la Universidad Autónoma Metropolitana (2012), cuya presentación está a cargo de Evodio Escalante y Serge Fauchereau, es un acierto editorial a todas luces aclaratorio y encomiable, pues aporta y sustenta sus dichos. Escalante observa: “Según datos de Christopher Domínguez, que corrobora en un libro sin mayor sustento Miguel Capistrán, un poema de Borges, `La Recoleta´, tiene la primicia y habría aparecido en el número 40-41 de Contemporáneos correspondiente a septiembre-octubre de 1931. La primera colaboración mexicana de Borges, como queda demostrado ahora es… ¡ocho años antes!”, claro está, en Irradiador. “Para las fechas en las que se publica la revista, el estridentismo es ya un aglomerado de artistas que conjunta no sólo a escritores, sino a pintores, grabadores, teatreros, músicos y escultores”, consigna la doctora Norma Zubirán al inaugurar la colección con el apoyo de Salvador Gallardo Cabrera y Salvador Gallardo Topete, nieto e hijo de Salvador Gallardo, quien les heredara los ejemplares de la revista. 
Mientras que para los Estridentistas el arte es “ser artistas”,  “se ha convertido en un lugar común de la crítica académica señalar que el estridentismo es, a grandes rasgos, una aclimatación o versión nacional del futurismo, con algunos rasgos del dadaísmo” (Escalante dixit).  Para los Contemporáneos la idea de la poesía se refería a un “sistema crítico”, en todos hay una actitud crítica frente a la literatura. Este “sistema crítico” fue evidente en la tendencia de la revista (Contemporáneos), que fue rechazada por el “sector populista” de la cultura mexicana.
A razonable distancia temporal es justo revisar el lugar de los antípodas, se ha privilegiado por décadas a los Contemporáneos en lo que pareciera la “historia oficial de la literatura mexicana”, cuya secuencia sirvió a muchos para edificar prestigios y cánones. Irradiador es el contrapeso justo para el escenario que muchos veían inmejorable.

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