Laberinto
Heriberto Yépez
El libro digital ya casi es el libro estándar. Hablo del libro electrónico en general, legible en pantalla, escaneado o e-book.
Pero hay frentes de resistencia del libro de papel: el libro de artista y artesanal; el libro de edición indie (o que finge serlo) y el libro usado (el libro tradicional que viene de otra época, revaluado).
En cuanto al libro usado, su valor
procede de ser escaso, ser libro raro (de encontrar). Este libro de
anticuario alcanza su mayor precio si es una fuente histórica o de un
autor con status canónico o de culto.
Si tiene autógrafo y dedicatoria significativa: ¡bibliomanía pura!
Hace poco cruzaba los pasillos de
la feria del libro de anticuario de California, en Oakland. Como es
habitual en estas ferias, los pasillos estaban repletos de
coleccionistas, desde amateurs hasta expertos.
Todos buscábamos una oportunidad,
un lujo, un tesoro, un hallazgo, una inversión, una bibliomanía variable
y, en el fondo, injustificable.
A estas ferias asiste un público distinto al de las ferias del libro comunes o temáticas.
Sociológicamente, llama la atención
la presencia de personas mayores y la elegancia de otro sector.
Antigüedad y presunción del libro y sus pretendientes.
El libro usado coleccionable está
asociado al gabinete de maravillas, al exotismo y la distinción. Sueños
coloniales flotan sobre el libro raro.
Obviamente, también tiene gran
valor (simbólico y monetario) al contrastar con el libro común
(desechable por serial y contenido mediocre) y por conceder la sensación
de que la crisis actual del libro puede ser atravesada volteando al pasado.
Como diciendo que la tecnología digital puede arrasarlo todo, menos la alcurnia de ciertos libros del pasado.
Hoy se habla mucho de la materialidad del libro. Hay algo de verdad en ello.
Pero lo que realmente se despliega ahora es una diversidad de estrategias de sobrevivencia.
Cada estrategia anima un tipo de libro; ya sea el libro antiguo, el libro experimental, el libro indie, el libro de artista o artesanal.
No son, primordialmente, distintos libros. Son distintas estrategias. Distintos sujetos modernos buscando sobrevivir mediante ese tipo de libro.
El libro usado raro es un alegato
de que el libro de papel podría llegar a su fin pero ciertos libros del
pasado seguirán siendo comercializados como ejemplares raros de una
especie ya casi extinta.
Anunciando, además, que la literatura está a punto de convertirse en una lengua muerta o, mejor dicho, una escritura muerta.
Hemos llegado al momento en que cada tipo de libro que existe es un tipo de estrategia de sobrevivencia de una comunidad.
Cada tipo de libro es un arca de Noé y una reanimación, menos del libro que de una forma de ser humano.
Dime qué libro defiendes o
coleccionas y te diré qué tipo de comunidad peligra y estás a punto de
abandonar… a la fuerza… del nuevo capital.
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