sábado, 29 de junio de 2013

CROSTHWAITE CONTRA LAS EDITORIALES ESPAÑOLAS

29/Junio/2013
Laberinto
Heriberto Yépez

Uno de los escritores más sobresalientes de la literatura en México, Luis Humberto Crosthwaite, decidió dejar las editoriales españolas.
Hace poco se le hizo un homenaje en Tijuana. En esos días, Eduardo Andrade (periodista del semanario Zeta y escritor heterodoxo, por cierto) escribió un artículo en que cita a Crosthwaite diciendo “estoy peleado con las editoriales españolas”. 
Le pregunté a Crosthwaite sobre esta ruptura. Me dijo: “No quiero publicar con editoriales españolas porque me parecen colonialistas y etnocentristas... En cuanto a mis libros anteriores, los estoy publicando print on demand y como obra reunida”.

  Esto sugiere que Tusquets modificó sus libros de un modo que no lo dejó satisfecho. Ahora los reedita tal como él los escribió. Y los vende Amazon. 
Crosthwaite es el literato fronterizo mexicano mejor colocado. Mientras el resto solo tenemos una minoría de nuestros libros editados fuera de la frontera, prácticamente toda su obra circuló en ediciones nacionales o españolas. 
La jugada de Crosthwaite es valiente. Es una resistencia.
Y no es autopublicación como trampolín para entrar a la República de las Letras sino para salir de ella.
Además, le da segunda vida a su obra previa.
Un escritor de la frontera México–Estados Unidos, con fuerte tatuaje idiomático, frecuentemente tiene encontronazos con correctores y editores en torno a cambios en sintaxis y vocabulario. Cada palabra se vuelve una bronca.
La gramática literaria fronteriza es distinta a la de Ciudad de México y España que, en general, creen que sus variantes son la Real (Academia) y ven la fronteriza como provinciana-agringada que debe ser corregida, limpiada.
Al autopublicar usando impresión por demanda no se necesita pagar un tiraje de 500 o mil ejemplares. El comprador ordena el libro en línea, se imprime ese ejemplar y llega a su domicilio, usando el sistema norteamericano, donde el libro tiene buena calidad, el lector paga menos y el escritor recibe más porcentaje.
En la región fronteriza, Amazon, Lulu y otros servicios Print-On-Demand pueden ser convenientes. Crosthwaite puede usarlo para su comunidad de lectores ahí y en Estados Unidos, donde ahora trabaja.
Este sistema es un paso más allá de las llamadas “editoriales independientes” (subsidiadas y mayormente centralizadas). En la frontera, podría consolidarse como el nuevo modelo de libro literario.
Si en México surge un sistema confiable de impresión por demanda y envío, la autopublicación podría tener auge e incrementar la independencia de los escritores respecto de las mafias literarias, el mercado y el gobierno.
Crosthwaite no es el primero, pero sí el más reconocido en hacerlo en la frontera.
El libro centralista tiene el poder. Pero ya aparecen rutas para un nuevo libro migrante y sus correspondientes lectores-coyote.

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