sábado, 13 de febrero de 2010

'La sociedad no merece periodistas valientes': Federico Campbell

13 de Febrero de 2010
Periódico Noroeste
Claudia Beltrán

En México, es un absurdo hacer reportajes sobre el narcotráfico, y todo por una razón: la sociedad no merece a periodistas valientes.
"¿Por qué me parece absurdo?, porque vivimos en una sociedad que no se merece a estos periodistas, es una sociedad que los deja solos, es un gobierno al que no le importa que maten periodistas", enfatizó Federico Campbell.
En una reunión con reporteros, convocada por la Universidad Autónoma de Sinaloa, el escritor y periodista detalló que es válido escribir sobre este tema, pero no en México, debido que el Estado no protege a sus ciudadanos.
Es absurdo, reiteró, que periodistas se pongan a indagar secretos del narco, y delatarlos, es un suicidio.
Federico Campbell detalló que el periodista de Tijuana, Jesús Blancornelas, quien ya murió, fue dejado solo, abandonado.
"Lo dejaron solito en un búnker, rodeado de 12 soldados como escoltas y a la sociedad de Tijuana le valió que Blancornelas fuera agredido en un atentado, y no le importó para nada el trabajo, la trayectoria, la vida, ni al Gobierno mexicano, ni al Gobierno de Baja California, ni a la sociedad tijuanense".
Hace unos días, recordó, en Tijuana vio unas imágenes de su sepelio, en el cual estaban los familiares y unos cuantos amigos.
"No había las multitudes que hubo cuando mataron al 'Gato' Félix en Tijuana; a los tijuanenses les valió el trabajo de él".
Cuestionó la pasividad del estado.
"El Estado no protege a sus ciudadanos, no le importa lo que les suceda a los periodistas, y la sociedad es absolutamente indiferente, esa es mi opinión, a lo mejor muy pesimista, y a lo mejor es muy contraria a lo que sería una concepción romántica, heroica del periodismo".
El mejor "blindaje" para el periodista, es no escribir estas historias.
"Hay una cosa muy cierta también, que la gente del narcotráfico, la gente de la delincuencia no suele ser gente muy ilustrada, y entonces, justamente por su bajo nivel intelectual, interpretan de otra manera los hechos periodísticos".
Actúan de esa manera, cuando a veces en México, importantes medios de comunicación con circulación nacional, publican información en primera plana y no pasa nada.
"Vivimos un periodismo sin consecuencias, eso es lo terrible del periodismo mexicano, se puede publicar el reportaje más valioso en la primera página de Reforma, Jornada o la revista Proceso, y no pasa nada, el Ministerio Público no actúa".

El periodismo
- ¿Cómo ve el periodismo que se practica, va acorde con las exigencias de la sociedad?
- El periodismo bueno se hace en muchos periódicos tanto en el DF como en los estados, pero en muchos periódicos de los estados el nivel es muy bajo, es muy frecuente la presencia de periodistas muy mal preparados, casi siempre no transcriben bien lo que uno dice, lo ponen a decir cosas que uno no dijo, y a veces lo meten en problemas a uno, a mí me ha sucedido últimamente con 2 ó 3 veces, y me muero de la vergüenza.

- ¿En Sinaloa le ha pasado?
- No, en México. En Proceso aparecí diciendo unas cosas que nunca hubiera dicho yo en público, en fin.

- ¿Por qué esta falta de preparación en el reportero?
- Es falta de escuela, falta de lecturas.

Consideró que un periodista debe formarse en un cierto campo del saber: economía, el derecho, historia.
"Los historiadores se vuelven muy buenos periodistas, qué curioso, ¿verdad?, no es raro, porque trabajan con información del pasado y saben investigar, documentos, y todo, muchos de los grandes editorialistas de nuestro País, de nuestra historia, han sido historiadores, como Daniel Cosío Villegas, Gastón García Cantú, Lorenzo Meyer, Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camín, Luis González, fíjese, los mejores editorialistas de los periódicos son gente de formación histórica".

- ¿Cuál sería el desafío, los retos del periodismo?
- No sé, tratar de decir la verdad. Yo creo que en nuestro tiempo, yo creo que en toda sociedad, en todos los tiempos se hablan tres lenguas. En México se hablan tres lenguas: una, es la lengua de los jóvenes; la otra, es la lengua de la gente de mediana edad; y la otra es, la lengua de los viejos.
Por ejemplo, los jóvenes dicen: inicia, en lugar de empieza; dicen, evento, en lugar de acto; los jóvenes dicen café expreso y los viejos decimos café express; los de mediana edad, dicen reto, los viejos no usamos la palabra reto, desafío.

- ¿Cuando se habla de periodismo en México, se debe poner en la mesa de discusión el tema de la corrupción periodística?
- Yo creo que la corrupción periodística en México ha bajado muchísimo en las últimas generaciones; todavía en los años 80 existía la cosa de darles sobre con dinero a los periodistas, esto ha bajado muchísimo, desde la época de (Carlos) Salinas, hay otras maneras.

"El gran sistema de corrupción en México en relación a la prensa son los sueldos altos, un locutor de radio, no gana menos de 500 mil pesos mensuales, (Joaquín) López Dóriga gana más de un millón de pesos al mes, ¿ustedes sabían eso?, entonces, cuando usted tiene ese sueldo, López Dóriga no puede tener una opinión que moleste a Emilio Azcárraga, ni Emilio Azcárraga tendría ahí a un locutor que tuviera distintas ideas e intereses a los suyos, ¿no?, es lógico, entonces el locutor para conservar su sueldo necesita adaptarse a cierta verdad de su empresa y defender los intereses de su empresa".
"Cuando tú ganas más de 500 mil pesos mensuales, al cabo de unos pocos años, cambia tu modo de vivir, de pensar, porque la existencia, determina la conciencia, o sea, la clase social determina la conciencia".

- ¿Cree que la mayoría de los reporteros están comprometidos socialmente hablando?
- No, no, y sí hay reporteros que se apiadan mucho a los políticos, al Presidente, por ejemplo, en la época de Salinas hubo por ahí dos o tres periodistas que se hicieron ricos, compraron casa, dándole por su lado al Presidente Salinas.



"¿Por qué me parece absurdo?, porque vivimos en una sociedad que no se merece a estos periodistas, es una sociedad que los deja solos, es un gobierno al que no le importa que maten periodistas".

"El Estado no protege a sus ciudadanos, no le importa lo que les suceda a los periodistas, y la sociedad es absolutamente indiferente, esa es mi opinión, a lo mejor muy pesimista, y a lo mejor es muy contraria a lo que sería una concepción romántica, heroica del periodismo".

"Hay una cosa muy cierta también, que la gente del narcotráfico, la gente de la delincuencia no suele ser gente muy ilustrada, y entonces, justamente por su bajo nivel intelectual, interpretan de otra manera los hechos periodísticos".

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