Laberinto
Heriberto Yépez
En la semana del 14 al 19 de abril estarán en la Ciudad de México dos de los poetas más innovadores de Estados Unidos (quizá los dos poetas norteamericanos vivos más innovadores): Jerome Rothenberg y Charles Bernstein.
Ambos participarán en el festival internacional Poesía en Voz Alta, organizado por Casa del Lago Juan José Arreola (UNAM). Leerán individualmente su obra y en otra fecha charlarán juntos.
Rothenberg (1931) y Bernstein (1950) surgieron en dos momentos claves de la poesía experimental norteamericana.
Rothenberg se estableció como
escritor en los cincuenta y sesenta, junto a la generación de los
“Nuevos Poetas Americanos”, donde se incluyen los beatniks (entre otros
grupos, algo que muchas veces se olvida en Latinoamérica).
Uno de los momentos más importantes
de la obra de Rothenberg fue su creación de la “etnopoética”, una rama
dedicada a investigar poéticas chamánicas, indígenas y primitivas del
mundo en conexión con las vanguardias y contrapoéticas contemporáneas.
Rothenberg cambió a la poesía
norteamericana para siempre mediante sus antologías transversales y
multitudinarias y su propia obra, siempre cambiante.
Charles Bernstein apareció en la
literatura norteamericana en los años setenta haciendo un tipo de poesía
influida por Gertrude Stein, los objetivistas, los formalistas rusos,
Brecht y Derrida (y, en oposición, a la poesía beatnik).
Bernstein en 1985 escribió la
primera versión de su ensayo-en-verso “Artificio de la absorción” que,
en mi opinión, es el manifiesto de poesía más importante en Occidente
después de los manifiestos surrealistas de André Breton y “Verso
proyectivo” de Charles Olson.
(El manifiesto de Bernstein cumple 30 años este 2015).
Debido a lo seductor de su
pensamiento, en los años noventa comencé a estudiar su obra y
traducirlos y hace unos años Aldus publicó esos libros.
Me refiero a Ojo del testimonio. Escritos selectos 1951-2010 de Rothenberg; y L=A=N=G=U=A=G=E Contraataca! Poéticas selectas (1971-2011) de
Bernstein, que coordiné y co-traduje con Mario Bogarín, Hugo García
Manríquez, Mayra Luna, Alejandro Espinoza y Ernesto Livon-Grosman, con
un prólogo de Eduardo Espina.
Debido a que estos libros fueron
impulsados por uno de los escritores más molestos para sus colegas
mexicanos (es decir, su inservible servidor) no han recibido la atención
debida. Pero estoy seguro que una vez que pasen a las librerías de
usado se convertirán en libros de colección para futuros lectores y
poetas en México y otros países.
La presencia simultánea de
Bernstein y Rothenberg en Ciudad de México es un evento histórico, que
no debe pasar inadvertido, desaprovechado, por las personas abiertas a
conocer la poesía norteamericana experimental que definió a una época.
Busquen la información de sus presentaciones y escúchenlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario