Jornada Semanal
Gerardo Bustamante Bermúdez
Sucede con frecuencia
que las grandes virtudes y defectos de un personaje constituyen parte
de la leyenda que biógrafos y estudiosos. Las historias nacionales en
Hispanoamérica están marcadas por la elaboración de biografías
imaginarias de personajes importantes y hacedores de la historia de las
ideas. El caso de la escritora chilena Gabriela Mistral es un ejemplo
dentro del magisterio femenino en Latinoamérica, con su correspondiente
construcción de la virtuosa y dedicada maestra que mira en la
educación de los niños y en la formación magisterial femenina la fuente
de progreso; sin embargo, su ideal dista de la versión oficial que se
tiene de ella, al menos en México.
Sobre la vida de Gabriela Mistral se ha erigido una
leyenda que oscila entre la tragedia existencial, el espíritu viajero,
el sentimiento de frustración amorosa por el suicidio del empleado
ferrocarrilero Romelio Urueta, en quien según sus biógrafos se inspiró
para la composición del poema “Interrogaciones”, de Desolación
(1922) y que en su primera estrofa dice: “¿Cómo quedan, Señor,
durmiendo los suicidas?/ ¿Un cuajo entre la boca, las dos sienes
vaciadas,/ las lunas de los ojos albas y engrandecidas,/ hacia un ancla
invisible las manos orientadas?”
La escritora chilena fue invitada a México en 1921
con la finalidad de emprender la gran labor educativa encabezada por
José Vasconcelos. Llegar a México significó la oportunidad de
materializar las luchas ideológicas del progreso nacional a través de
la educación. Mistral comparte con Vasconcelos la utopía del progreso
de Latinoamérica a través de la alfabetización y, en ese sentido,
México tiene una deuda con las clases indígenas y campesinas a las que
Mistral admira. Empero, su vida en este país no fue tan placentera.
Personajes como Palma Guillén han proporcionado algunos datos al
respecto. Ahora, la paulatina publicación de epistolarios con misivas
de la autora dejan en claro que, al conocer México, se decepcionó de la
gente.
Muy al contrario de la concepción nacionalista que
se tiene sobre la escritora, existe también la versión sobre su
ideología antifranquista, antifascista y su simpatía por las ideas del
socialismo soviético. En su texto “Motivos de vida”, escrito a finales
de 1924 y dado a conocer hasta 1991 en el libro Tan de usted. Epistolario de Gabriela Mistral con Alfonso Reyes,
la poeta habla sobre la primera impresión ilusoria que le provocó la
gente de México y el posterior desencanto; se sorprende del nacionalismo
ramplón de la política mexicana de entonces: “He aprendido cosas
amargas: que todos los hombres creen en las miserables patrias, en el
aire mexicano o chileno, en los pastos mexicanos y chilenos. No me han
convertido con su feroz nacionalismo, volveré con una decepción áspera,
pero a la vez con una terquedad heroica a vivir en Chile mi
universalismo de espíritu, de la mente y de la mirada. Y en las flores
chilenas miraré sólo las flores, y en la carne chilena, miraré sólo la
carne humana.”
En Cartas de amor y desamor (1999), misivas
que Mistral le envía al poeta Manuel Magallanes Moure (1878-1924),
confiesa sobre su trabajo: “La enseñanza es mecánica y es amarga. Yo
que he trabajado desde los quince años me, he fatigado demasiado
pronto. Esta conquista del pan ha sido para mí –antes– demasiado dura y
estas cosas me han arruinado energías, alegrías, esperanzas que hoy no
puedo resucitar.” El magisterio incomoda a la poeta; advierte la
ignorancia de sus compañeras de trabajo y la alienación de las
políticas educativas profesadas por las directoras de las escuelas.
Mistral está inconforme con el adiestramiento de los niños como sujetos
pasivos.
La educadora llegó a México acompañada de la joven
escultora Laura Rodig como asistente. Posteriormente será la promotora
educativa y diplomática Palma Guillén quien ostente el cargo, hasta que
en 1946 la poeta conoce a la joven estadunidense Doris Dana, en Bernald
College. A partir de ese momento Dana se convertirá en la acompañante,
secretaria y cuidadora de la enferma escritora, quien en ocasiones le
escribe colérica, le reprocha el abandono al que la tiene sometida y le
pide un poco de amor. A ella le contará episodios traumáticos vividos
en México: acusa a la gente de Xalapa de xenófoba, desconfía de sus
empleadas, piensa que hurgan su correspondencia; en síntesis, se siente
hostigada por aduladores y amenazada por los empleados. Además, no
puede recibir las sesenta hectáreas de tierra que el gobierno de Miguel
Alemán le obsequia debido a que se encontraban a menos de trescientos
kilómetros de la costa. En su segunda visita a México, entre finales de
1949 y principios de 1950, Mistral sale prácticamente huyendo de un
país que en el fondo rechaza.
No obstante tal rechazo, la presencia de Mistral fue clave para la educación en México, sobre todo porque dejó Lectura para mujeres,
que piensa como libro básico para la formación de la maestra moderna
mexicana, que debía empaparse y conocer lo mejor de la historia y la
literatura universal, sin abandonar su faceta de esposa y madre.
Dirigir el proyecto antológico le provocó gran rechazo dentro del
sector educativo. El nacionalismo ve con malos ojos la labor de una
extranjera en su afán por cumplir la tarea encomendada. Vasconcelos deja
su puesto por presiones políticas y Mistral concluye de forma
apresurada el compromiso antológico. En la introducción a Lectura para mujeres,
la autora se asume como extranjera, justifica detalladamente la
selección de los textos y su correspondiente intención: despertar el
sentido humano de las mujeres, instruirlas en tópicos como la justicia
social, el trabajo, la naturaleza, la geografía y los asuntos
históricos y literarios. La intención es “mejorar el mundo” a través de
la educación. Mistral sólo firma como “La recopiladora”, quizás con la
intención de restarse mérito, aunque el criterio mismo de la selección
lleva implícita una ideología sobre lo social, el gusto por lo
universal, el pensamiento y, quizás, por una propuesta de expandir el
funcional concepto de nacionalismo que ya veía como inoperante y
limitado para el progreso de hombres y mujeres de Latinoamérica.
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