miércoles, 16 de noviembre de 2011

“Hay una concepción errónea del Vasconcelos universitario”: Krauze

15/Noviembre/2011
El Universal
Yanet Aguilar Sosa

La mirada que Enrique Krauze echó sobre José Vasconcelos durante el Coloquio del Centenario. La Revolución Mexicana. Los años maderistas, 1911-1912, en El Colegio de México, fue personal; es decir, desde los momentos y los temas que lo ha abordado.

Durante la conferencia magistral inaugural, Krauze habló del espíritu maderista de Vasconcelos, de la educación estética que propuso durante su gestión en la Universidad Nacional Autónoma de México y en la Secretaría de Educación Pública; habló de sus ideales por hacer de México un país de lectores, de su exilio político tras perder las elecciones presidenciales.

El historiador aseguró que hay una concepción equivocada sobre el Vasconcelos universitario, maestro y profesor. “El maestro de América nunca dio clases, el rector que diseñó el emblema y el lema de la Universidad creía que las escuelas no son instituciones creadoras”. Dijo además que es un error imaginar el proyecto educativo de Vasconcelos en la Universidad, pues más fue hecho, en cierta medida, en contra de la Universidad, lo que generó un rompimiento entre Antonio Caso y Vicente Lombardo Toledano.

“El Ateneo de la Juventud se refugió en la Universidad y creía en la educación en las aulas, después de todo, Caso y Lombardo eran grandes maestros, ellos proponían el paradigma maestro-alumno, mientras que Vasconcelos tuvo el paradigma de los libros, creía que lo que había que hacer de México era un país de lectores, por eso es extraordinario lo que hizo de distribuir miles de libros y bibliotecas a lomo de burro por todo el país”, señaló.

Las bases educativas

Luego de hacer referencia al Vasconcelos que buscó la Presidencia, el que “traicionó” a las juventudes que lo seguían y que dejó al garete cuando optó por el exilio; luego de hablar de su fidelidad con Francisco I. Madero y sus idea pronazis; Enrique Krauze habló del Vasconcelos que ante todo confiaba en los libros, en el milagro individual y solitario de una persona leyendo sin necesidad del guía, el maestro o el guru.

“La segunda palanca de su paradigma, y más importante que los libros, era la estética” y aseguró que Vasconcelos pensaban que “México podía redimirse a través de la belleza, pero en la cuestión de la Universidad y las escuelas, él creía en la escuela del trabajo... lo que Vasconcelos tenía en mente era una educación práctica y accesible a los alumnos, quería armonizar sus etapas desde el jardín de niños hasta la escuela técnica profesional creando escuelas en lugares apartados con métodos y programas uniformes”, comentó el autor del libro Redentores.

Karuze reiteró que Vasconcelos creía que la escuela primaria debería perder su carácter verbalista porque en realidad lo que le importaba era que la gente aprendiera trabajos manuales o industrias caseras y prácticas agrícolas. No creía en los doctorados ni en que esos fueran los que hacía a una persona.

“Vasconcelos pensó la Secretaria de Educación Pública como un agente de cambio a través de la estética, los libros y de la enseñanza práctica, eso me parece bastante sensato y admirable”, dijo Krauze y citó que luego vinieron otras ideas del autor del Ulises criollo, que en el exilio se presentaba a sí mismo como el Quetzalcóatl que volvería a México a salvar a los mexicanos.

El historiador inauguró el coloquio que es organizado por El Colegio de México y la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, con el fin de celebrar el centenario del maderismo, los primeros años de la Revolución Mexicana, incluido el Plan de Ayala. En ese encuentro que continua hoy y mañana, participan también Carlos Martínez Assad, Romana Falcón, Pedro Salmerón, Josefina MacGregor, Pedro Siller, Arnaldo Córdova, Adolfo Gilly, Jeff Bortz y AMartha Rocha, entre otros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario