Suplemento Laberinto
El Pulitzer no se distingue precisamente por premiar literatura innovadora. Generalmente premia escritura canónica. Su premio anual de poesía a “un volumen distinguido de versos originales por un autor norteamericano”, en el 2009 fue dado a W. S. Merwin. Pero este 2010, el Pulitzer de poesía sorprendió.
Rae Armantrout —cuyo libro Versed fue galardonado— confesó a la prensa que no había imaginado nunca recibir ese premio.
La obra de Armantrout —una decena de poemarios y un prosario— tiene algunos aspectos líricos, pero, en realidad, son pocos los poemas en que un lector convencional pueda detectar una “temática” o verse “reflejado”.
Su poesía no está hecha de fusión sino de fisión. Las partes tienen entre sí una relación de viraje. Evitan tener trama. Armantrout yuxtapone.
La poesía religiosa —cristiana, romántica o capitalista— está hecha para proveer de “Sentido” a la vida del lector, para pegarle en la frente una “epifanía”, ¡la revelación del día! Cuando un poema no contiene tal metafisicalcomanía, el lector acusa al poema de estar hueco.
El poema es todavía entendido como un pequeño ídolo.
El dictamen del jurado del Pulitzer dice de Versed: “un libro marcado por su ingenio e inventiva lingüística y que ofrece poemas que frecuentemente son bombas-de-pensamiento que detonan en la mente tiempo después de una primera lectura”.
Leer a Armantrout significa renunciar a un mensaje o conclusión o, para decirlo, más claramente no hay moraleja (intelectual, profana, existencial). Es el lector quien puede construir una sensación de significado o resultado.
Armantrout hace apuntes de cosas que escucha o lee; luego los reordensa, condensa, comenta, recorta, en poemas breves, abstractos, heteróclitos.
“Llevo conmigo un cuaderno a donde quiera que voy. Mis poemas frecuentemente comienzan en espacios públicos, en cafés o la calle. Recojo pedazos de conversaciones ajenas que alcanzo a escuchar o lenguaje publicitario de los espectaculares. Cualquier cosa que escuche o vea… en la sala durante la mañana mientras bebo mi café… combino las notas que he hecho, decido qué encaja con qué, veo relaciones”.
Su poesía es desbiografía, collage, parataxis, anti-aura y anti-shock.
Si uno revisa la lista de los libros premiados por el Pulitzer, Armantrout ha sido, en la aplastante mayoría de ocasiones, precedida por poetas de la tradición del poema con mensaje claro y distinto: confesional, dramático, anecdótico, climático, sentimental o paisajístico.
Armantrout, poeta experimental, no encaja en esa lista. A menos que se recuerde que también George Oppen lo obtuvo en 1969, con un libro estupendo y extrañísimo.
Desde hacía muchos años el Pulitzer no se otorgaba a una obra poética, es decir, un Objeto-Verbal-No-Identificable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario