Suplemento Laberinto
Una década ya pasó. La pregunta es: ¿en el 2020 qué será visto como lo más adelantado?
Ni siquiera en Estados Unidos lo saben aún. Pero se los diré a uds.: Christine Wertheim.
Vive en Los Angeles. Tiene un libro: +|‘me’S-pace (2007).
Fusiona concretismo y psicohistoria.
Parecería feminismo o conceptualismo pero rebasa tales etiquetas. Su obra no es literaria o estética; utiliza recursos poéticos pero lo que hace es crear una ciencia accidental, una errática.
Según su teoría —que nombre litteral poetics— el inglés posee claves —como otras lenguas— que describe (entrelíneas) la estructura cripto-social.
Wertheim sabe que la similitud entre “Son” (hijo) y “Song” (canto), “Hymn” (himno) e “hymen” (himen) no es azar. La lengua tiene razonas que la Razón no conoce.
Argumenta que la literatura occidental es el canto del Uno a partir del orín-río de la madre. Ella es una patafísica del psicoanálisis.
Wertheim está retando, pues, dogmas que comparten la literatura mainstream y la escritura experimental norteamericana. No cree en el carácter arbitrario del signo —adiós semiótica y (post)estructuralismo— y solicita un retorno (maléfico) del psicoanálisis (es decir, del hijoanálisis), hasta hoy prácticamente expulsado por sus resonancias romántico-expresionistas, después de la Muerte del Autor y la descontrucción.
Analiza a Joyce y Beckett de modo intrépido, ofreciendo evidencia de cómo su lenguaje se origina cuando la figura masculina —son(g)— desea separarse de “mother”, es decir, los “M-(any)-Others”. Ser Héroe: roer Eros.
Un texto está compuesto de todas las relaciones entre los personajes cifrados. Y los personajes y verbos están deletreados en los vocablos; hay que hallarlos.
Wertheim obtiene las relaciones entre per-sonajes a través del juego verbal; sin tener que recurrir a material biográfico; percibe semejanzas sonoras y constitución atómica de letras y sílabas, que ofrecen pistas sobre la historia (his-story) del texto-sexo retro-secreto. Un Inconsciente Lingüístico (anti-lacaniano).
Su obra se compone de ensayos que explican cómo están presentes las relaciones hijo-madre en las palabras del inglés, y de poemas —matrices matemático-maternales— que muestran cómo el presidente (Gran Ojo o Granujo Gran Hijo) se sale con la suya.
Esas piezas verbo-voco-visuales des-cubren que el escritor occidental no es un parricida —como creíamos— sino un ardid de mártir matricida.
Imaginen que la poesía visual de Cabrera Infante buscara evidenciar (sistemática y seriamente) que Fidel castró a todo cubano.
E imaginen a Derrida jugando a la ouija hasta descubrirse médium de la madre de Freud. Ese vocerío-vacío es lo que Wertheim está explorando en inglés hoy.
Ella es la primera escritura del nuevo milenio.
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